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Ella esperaba de la noche un trago intoxicante.
Tus cabellos huelen a almendras
y nos has atado bien tus zapatillas negras.
Mientras la luna de hielo azul se pasea de avenida en avenida
rostros grasientos gritan y tu sucumbes entre mis brazos,
y luego me dices q quieres patear los verdes charcos del camino
que se corrompen como mi vida quieta.
Y todo se desordena en las sombras,
me vuelvo violento y tu ni siquiera lo sospechas,
pero yo te amo y se esperar.
Mujer de cintura de palmeras,
hueles a alcohol, te odio por engañarme,
muerdes tu dedo indice con la gracia nocturna de una bruja,
ahora vuelves sobre tus pasos en el espejo de las vitrinas,
y yo me maldigo,
me torturan tantas cosas que ya no se cuales son,
escribo en los asientos de los omnibuses,
y bebo la brisa del otoño,
amarte es odiar mi pasado,
quisiera olvidar el sabor de tu cuerpo azul.

Malecón

Y todo esta sujeto al tiempo
sobre todo este cigarrillo barato
que caera sobre las oleadas del malecón

Algo en mi espina dorsal friamente me recorre
como un pez ansioso
Y mis dedos endurecidos, mis uñas mal definidas
atacan esta barbilla
Es tan dificil
amarte desde mis pedazos

Aprendiste a desgarrar aquellos velos grises
y ahora en las piedras de este malecón
trato de recuperar la tibieza de tus dedos

Una gaviota sobre un farol

Tu recuerdo
danza con el humo de este blanco cigarrillo

Esperpéntico era mi amor
la mas dulce de las mentiras azules
Igual que este túnel
este cielo desde donde atiborro mis sentidos
aún estas pero ya no te tengo

Y sueño con
tus labios tan rojos y tristes
como este ocaso

La calle de las marmolerias

La calle es una mariposa gris
y el cielo una mariposa azul

estoy perdido entre el amor y el vacio

arboles inquietos y lúgubres
se ciernen sobre mi frente

me he detenido a contemplar las marmolerias
junto al panteón
blancas piedras sin ilusiones, anochece

y en mi sangre hay miles de hormigas
que bullen sin cesar

otra vez un cigarrillo se introduce entre mis labios
y un cerillo desgarra la noche

perdido, si
las horas se disuelven en el mar de la madrugada

y mi corazon termina entre los despojos
de las mareas turquezas

Extensión,

límite brumoso,

nube nocturna,

calle de silencio,

madrugada de licor,

gélido arbol

nada puede dañarme ahora
mi destino esta escrito en una piedra que olvidaré
dejare de deambular por esos senderos 
donde tantas veces no me he reconocido
donde tantas esperanzas cubrió la sombra
cada gota de dolor forma un camino
¿me darás tus manos para alcanzar las cosas mas pequeñas y
por eso mismo las mas hermosas?
sueño con arboles y verdes sombras de mi niñez
algo hay en ellas que aun no recuerdo
alguna lágrima furtiva que perdi en el camino

Quimeras para mi realidad

Bruma para mi luz llena de frialdad lógica

Extension para mi reducida alma

Tu eres la luz de una farol nocturno
que me guia por la noche

y además eres

la callada luz sobre mi cactus sombrío

Tu corazón, al lado del mío

Bajo una pequeña estrella / Wislawa Szymborska

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
      por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
      el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
      de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
      a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
      respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
      cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.

El limbo es una vereda rota
a veces una soledad duplicada
y a veces un pedazo de papel dando giros en
el rincón de alguna calle
pero sobre todo
el limbo es el lugar donde dejo caer
mi frente todas las noches
tambien mi espalda 
y parte de mi corazon agreste

Tu recuerdo llega
no mas rápido q una lágrima
ni mas lento q una sonrisa
tu recuerdo calla
y a veces me mira severamente
yo
quise hacer todo bien esta vez
y todo salió mal

Que esperamos de la noche
que aguardamos de nosotros mismos
(no hay nada mas horrible q un mar sin olas
que un amor sin tormentas)
a pie van
lo que quedan de mis sueños
mas la pálida sombra de una estacion desconocida

Mi sendero no tiene flores
el tuyo aunque no lo creas esta lleno de ellas
detesto las muchedumbres
no se escribir poemas de amor
pero aun estoy aqui

Columnas sobre las cenizas

Cómo llenar este vacío con palabras
¿Eras tu la mariposa que extrañamente revoloteaba ayer en mi habitación?

Tu cariño esta hecho de blancos muros muy cerca del mar
y hay un camino por el que se deslizan mis dedos
rozando todos los arboles del atardecer

Mi corazon es un demonio exaltado,
encadenado entre rojizas nubes,
herido de lágrimas, con los párpados
llenos de amor ,y los bolsillos
cargados de sueños

En los pies oscuros de un arbol
perdí los botones de mi sonrisa
Mi yo de licor y sombra
abrazando tu noche, pálida y tierna

Digo que no se escribir poemas de amor,
vuelvo a mirar mis manos,
todas mis perpectivas llenas de fuego,
mis caminos son de cenizas humeantes,
y ruedo por ellos lo que queda de mis ilusiones

Pero aparte de esas quimeras en el mar
en todas las columnas de la noche está tu nombre

SOMBRAS NADA TRIVIALES en medio del parque

Apenas rozando el árbol de tu vida
que es pequeño y cálido
lúgubre y mágico
desde el cual sueñas con azules locuras
hazañas de dolor, timidas caricias,
alli te escondes y gritas
allí te escondes del amor
y lo atrapas en el aire
para que no se vaya como mariposa negra
remontando las nubes

Quiero ocupar la distancia que hay entre ti
y todos los girasoles de mi pesarosa vida
quiero verte sonreir libre de estas enredaderas
que han crecido tanto
y hasta brotan de mi pecho
opongo todo lo que queda de mi
a tu miedo a mi miedo a nuestro miedo
al miedo que siento de tu miedo
al miedo que sientes del mio
y a esas nubes oscuras en medio
del parque

Sientate a mi lado
y muere conmigo por favor

 

Continuidad de un sendero
sin bifurcaciones ni flores rojas
Sucesión de las horas en la que las manos
hacen tragicos recorridos
Tiranía del desierto en el corazón de una orquidea
Dos círculos de oscuro fuego ruedan en el
sendero
sin tocar sus límites
Muero en los relieves de una melodia que pienso
A veces rozo tus preguntas
con mis dedos indignos

Y siempre esta alli el nudo
aun cuando te detienes en el centro de la noche
y el viento te llena de hojas oscuras
No hay dulces conjuros contra ello
Ya nadie quiere derrumbar
las viejas murallas del atardecer

Continuidad de un sendero
donde siempre soñamos